Una reciente encuesta publicada en el diario Sur (31-1-2007) ha radiografiado el estado del sentimiento popular respecto a la ciencia en España. Los resultados no son muy halagüeños:
Sólo cuatro de cada diez españoles creen en la bondad de la ciencia (es decir cree que la ciencia produce más beneficios que perjuicios).
El interés por el deporte triplica el demostrado hacia la tecnología.
A la pregunta de en qué sector aumentaría el gasto público, la ciencia y la tecnología ocupan el sexto lugar.
Una mayoría piensa que la posición de España respecto de la media de la Unión Europea en investigación “está más retrasada”.
Todos estos indicadores negativos contrastan con una buena imagen de la ciencia (en su descripción priman términos positivos) y sus profesionales (superan en valoración a los no científicos).
Desde el punto de vista de los datos objetivos uno que nos llama la atención: España dedica el 1,13% del PIB a investigación y desarrollo, sin embargo, el impacto del sector del fútbol profesional ronda el 1,7% del PIB. No nos extraña que José María Mato, bioquímico, director de centros punteros en biociencias y biomateriales, en relación a los resultados de la encuesta sentencie: “Los resultados de la encuesta son propios de un país retrasado” Todos somos conscientes de este retraso y mal haríamos en negarlo. Ya Ramón y Cajal advirtió: “Al carro de la cultura española siempre le ha faltado la rueda de la ciencia” En el fomento de la cultura científica no nos jugamos solamente nuestro futuro como país, que también, sino conseguir invertir el sentido de nuestra, en ciertos aspectos atípica, historia reconociendo la contribución que la defensa de la racionalidad y el pensamiento crítico, núcleo de la cultura científica, pueden hacer a nuestra madurez intelectual colectiva. Mientras el gran engranaje de la historia nos coloca en el lugar que merecemos, es decir, aparejados a nuestro entorno europeo, pensamos que a fin de cuentas pequeñas decisiones e iniciativas pequeñas pueden generar, si participan en una corriente general, una fuerza motriz dirigida a ese importante objetivo. Nuestra contribución es un modesto Club Científico que centra sus actividades en el I.E.S. Bezmiliana (Rincón de la Victoria, Málaga) aunque su vocación es conectarse con grupos con inquietudes similares y participar también en la vida cultural de nuestra zona de influencia. Esta revista digital junto con el blog de divulgación científica asociado son sus órganos de expresión y difusión. Esperamos que te interesen. Si deseas contactar con nosotros puedes dirigirte a la dirección de correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.