Jue 11 Mar 2010
Esta viñeta que hemos encontrado en el blog el Tao de la Física expresa muy bien algo que no debemos dejar de tener claro. Ya los griegos distinguían entre opinión y conocimiento. Las opiniones pueden ser más o menos libres y pueden ser más o menos fundamentadas pero no así la Ciencia. El conocimiento científico se aplica a sí mismo un conjunto de rigurosas pautas de validación que son ineludibles. Podemos inventar ahora la disciplina que queramos y exigir ¡democráticamente! que se enseñe en la escuela para que nuestros niños y niñas ¡puedan decidir por sí mismos! Nosotros no podemos decidir, estamos obligados a ello, no transmitir el bagaje cultural que con tanto esfuerzo y lucha ha consolidado la cultura científica. Por favor, transmitamos conocimientos y discutamos las opiniones pero no los mezclemos. Enseñemos a nuestro alumnado a distinguirlos. ¡Es vital!
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