Darwin.jpgPerfectamente consciente de la trascendencia de sus planteamientos, Darwin tuvo reservas y temor sobre las consecuencias de su publicación. Tal y como él dijo con sus propias palabras, era una idea “presuntuosa” que, más que cualquier otra, abrió una brecha durante muchos años entre la Ciencia y la Religión. Ahora, en una base de datos pública se puede leer la correspondencia que tuvo Charles Darwin con colegas, familiares y amigos, lo que permite seguir las ideas del creador del Evolucionismo según iban adquiriendo forma.

Las cartas, que se pueden consultar on-line, muestran un retrato vivo y humano de un Darwin, que se muestra como un hombre compasivo y familiar.

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