Jue 22 Oct 2009
Cuando las cosas se ponen feas de verdad es el momento de las grandes apuestas, de jugársela a fondo. Es lo que hace el sapo guijarro (Oreophrynella niger) cuando avista una tarántula: prefiere lanzarse a una incierta caída que una caída cierta a manos del peligroso arácnido.
Fuente: Maikelnai´blog
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