Club Científico Bezmiliana

En esta entrada os traemos tres talleres que realizamos en nuestra semana de la ciencia dentro de las actividades asociadas al Encuentro de Ciencias. Los talleres tuvieron un gran éxito y seguimiento por parte de las familias y el alumnado. Fueron Cristalización en Familia, Robótica y el taller de Investigando Materiales para una Nave Espacial.

Taller de Cristalización en Familia

Los talleres son “Cristalización en Familia” desarrollado por los profesores Ana María Martínez y Aquilino González se realizó en el laboratorio de Física y Química. En este taller fabricamos cristales de sales guiados durante todo el proceso por los profesores responsables. Este taller es muy especial porque se hace también con las familias y con hermanos menores de alumnos de nuestro centro.

Taller de Robótica e Investigando Materiales para una Nave Espacial

Estos talleres están relacionados con dos proyectos de innoviación STEAM que se desarrollan este año en nuestro centro de los que se encargan los profesores Aquilino González y Francisco Javier Torres.

En el taller de robótica, nuestros alumnos estuvieron programando placas MicroBit para controlar pequeños robots con funciones muy interesantes como medir la temperatura, seguir líneas, medir distancias, etc.

Por su parte, Francisco Javier Torres, en su taller se realizaron diferentes pruebas a posibles materiales que se podrían destinar a la fabricación de naves espaciales, satélites, etc. Estas pruebas van ecaminadas a medir parámetros físicos como el aislamiento térmico, elasticidad, resistencia, etc. para determirnar el más adecuado para que forme parte de algo que se vaya a enviar al espacio exterior.

Primera actividad del Club de Ciencias con alumnos de 1º de Bachillerato. Es nuestra primera actividad fuera del centro desde el confinamiento impuesto por la Covid-19. Nos ha hecho especial ilusión esta salida por lo que significa, una importante mejoría en la situación sanitaria.

Esta mejoría se debe sin lugar a dudas al desarrollo de las vacunas en un tiempo record que nos recuerda, una vez más, la importancia de la ciencia en la mejora y conservación de nuestras vidas.

También aprovechamos para darle la bienvenida a dos incorporaciones a nuestra plantilla de profesorado, Zoila y Concepción. ¡Bienvenidas!

Os dejamos unas cuantas fotos de la actividad

Increíbles imágenes de Marte que se van recibiendo en tiempo real desde el vehículo robot (Rover) de la misión Perseverance de la NASA. Se parecen demasiado a zonas de nuestro planeta para no ser apreciadas como bellas y casi inquietantes: ahora es un planeta muerto (que sepamos), pero en el pasado hubo grandes masas de agua circulando por ríos y mares. Deberíamos de poder desentrañar el misterio de Marte, quizá haya alguna lección escondida para nosotr@s en sus llanuras rojizas.

El ingeniero malagueño, José María Ortega Hernández, con sólo 27 años de edad, lidera el proyecto de investigación Green Moon Project cuyo objetivo es ni más ni menos que cultivar plantas en la Luna. Una futura estación en nuestro satélite no podrá llamar a la Pizzería más próxima para que le lleven unas dobles. Lo dificultan los 384.400 km que hay de por medio. No tendrán más remedio que generar sus propios alimentos. A poner a punto esta, por ahora, mera posibilidad se dedica el equipo que dirige José María. Colaboran con la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial China (ver foto abajo). Puestos en contacto con esta brillante promesa de la ciencia aplicada malagueña ha tenido el detallazo de aceptar nuestra invitación a su participación con una conferencia en nuestro XII Encuentro Virtual de Ciencias Bezmiliana. Un gran orgullo para nosotros. Os dejamos el enlace a la página web de su grupo para que podáis echar un vistazo a sus actividades: Green Moon Project.

Sin duda, un modelo a seguir para nuestros chic@s, más allá de las ensoñaciones frívolas que estimulan Youtubers, Influencers, Instagramers  y demás camarilla de lo efímero entre sus juveniles mentes.

¡Muchísimas gracias José María!

Esta es la foto que deseábamos tanto ver, la primera vacuna en nuestro país: Araceli, una señora de 96 años que, con la madurez que le da la edad, comprende perfectamente que no se puede permitir esos lujos posmodernos de dudar de todo. Quizás haya visto morir a compañer@s de residencia por la covid y prefiere acabar de una vez con esa angustia a pensar en los muy poco probables efectos perjudiciales de la vacuna. Lejos de conspiranoias estúpidas y de absurdos microchips controladores, se adivina en Araceli una sonrisa de satisfacción. La verdadera conspiración, virtuosa en este caso, ha sido el despliegue de una actividad científica que es la única que nos va a salvar del círculo endiablado en el que aún estamos metidos. Para apaciguar la angustia de Araceli, y la de tantos y tantos que podrían perder su vida y la de sus seres queridos, un equipo de investigadores chino ha tenido que descubrir la causa de la extraña enfermedad que surgió en su territorio y ha procedido a la secuenciación del ARN del coronavirus responsable; una pareja de doctores de origen turco han tenido que poner a punto una nueva metodología de confección de vacunas, la técnica del ARN-mensajero, que promete grandes avances en Medicina; una empresa alemana ha empezado el trabajo de desarrollarla y, finalmente, una empresa estadounidense ha aportado la financiación masiva necesaria para rematar la faena; tras este complejo proceso la Unión Europea, espantando el fantasma de las luchas nacionalistas por acaparar la vacuna, ha procedido a un reparto equitativo y civilizado con el que hoy mismo ha empezado la vacunación en todo el continente. Un prodigio de cooperación.

Verdad y moralidad van de la mano, lo mismo que mentira e inmoralidad, sus opuestos, por lo que se comprende que la política populista –los nuestros primero- sea esencialmente mentirosa. La ciencia promueve y descansa sobre la búsqueda de la verdad por lo que su cultivo es un instrumento privilegiado de ilustración y justicia. Asistimos a un episodio en el que esos valores finalmente han triunfado proporcionándonos un futuro que muy probablemente estará libre de enfermedad y muerte. Analicemos una de las mentiras con más seguidores: no es cierto que haya riesgo en ser los primeros, Araceli no es la primera de nada, la han precedido decenas de miles de héroes anónimos que sí han asumido un riesgo personal con tal de favorecer al resto de la humanidad: los voluntarios de la fase 3 del desarrollo de la vacuna, de cuyo estudio y evaluación hemos deducido que la vacuna es fiable y eficaz, de hecho es el único instrumento que tenemos para salir de la situación en la que estamos. Para aquellos frívolos que andan propagando bulos estúpidos hay una pregunta: ¿qué alternativa proponen? También están los negacionistas, aquellos que opinan que todo es un montaje orquestado por no se sabe quién. Por favor, no los llamemos negacionistas, la negación es una parte importante del pensamiento crítico, consiste en someter a revisión profunda cualquier planteamiento sobre cualquier problema y está incorporado al cuerpo científico y filosófico de la modernidad, al menos desde Descartes, por no hablar de Sócrates. Ser negacionista, por tanto, es un asunto muy serio: Einstein fue negacionista del éter y Darwin lo fue del fijismo de las especies. ¿Por qué simplemente no los llamamos irracionales, disparatados, absurdos, testarudos, descabellados, inverosímiles, irreales, delirantes o alucinados?

Celebremos con emoción que la ciencia que los humanos nos hemos empeñado en desarrollar con grandes esfuerzos, desde hace algunos milenios, nos va a sacar del embrollo en el que un virus micrométrico nos había metido. ¡Felicidades a tod@s por ese gran logro de la razón humana!

Nueva publicación de nuestra Revista Digital de Ciencias. Se trata de un artículo publicado por Antonio J. Lechuga Navarro, miembro del Club Científico Bezmiliana, que reflexiona sobre la nueva posición que la Ciencia puede adquirir en el mundo postpandemia, desde un punto de vista positivo. ¿Cómo puede mejorar la Ciencia un futuro para la Humanidad en su conjunto que ahora aparece ensombrecido? Este es el planteamiento del trabajo. Para acceder al artículo haz clic aquí.

El objetivo de esta entrada no es crear alarmismo, ni paranoia con respecto a las autoridades; el objetivo es, en primer lugar, usar las publicaciones científicas que están trabajando con datos epidemiológicos de la transmisión ya ocurrida en China y Corea, como fuente para hacer estimaciones fiables; y, en segundo lugar, hacer un llamamiento al confinamiento sin ningún tipo de reserva ni relajación, basándolo en razonamientos con fundamento científico.

El periodista científico del periódico El País, Javier Sampedro, sostiene que los datos de infectados diagnosticados (las cifras que nos da Fernando Simón cada día, más de 50,000 a día de hoy), subestiman la cifra de infectados reales porque ya no se hacen test diagnósticos a todos los afectados y, ni mucho menos, de modo masivo, a toda la población. Estima en medio millón, la cifra de infectados reales (para ver su artículo haz clic aquí). Esta estimación se basa en una publicación que ha realizado el Instituto de Matemáticas de la Universidad de Sevilla con un modelo estadístico que usa datos asiáticos que ya están publicados (para ver este trabajo haz clic aquí).

¡Mucho cuidado con relajarnos! Las cifras de infectados reales son muy superiores a lo que escuchamos (sólo diagnosticados). ¡Quédate en casa!

Pues como decíamos ayer, el conocimiento sirve para su finalidad más noble: salvar vidas. Mientras los gobiernos del mundo se pelean por comprar respiradores, un grupo de ingenieros, médicos y veterinarios de Málaga han desarrollado un prototipo de fácil construcción y que están probando a toda velocidad, Ya han comprobado su buen funcionamiento en un pulmón artificial y en un modelo animal, cerdos; hoy mismo se iniciarán las pruebas en enfermos reales. Cruzamos los dedos para que todo salga bien y pronto hayamos cubierto esta importante necesidad. El virus daña de una manera importante la capacidad de intercambio de oxígeno de los pulmones, por tanto, el tratamiento consiste en aplicar una presión de oxígeno puro para favorecer este proceso y para eso es necesario el respirador. Seguramente, los miembros del equipo que han desarrollado este prototipo, durante sus estudios, pensaron aquello tan manido de ¿y esto para qué sirve? En la fotografía el equipo de ingenieros que lo han diseñado.

Más información en el siguiente enlace.

Un equipo dirigido por nuestro compañero Alberto Martínez Uribe, profesor de inglés del IES Bezmiliana, ha ganado un accésit en el concurso de módulos científicos que convoca el Centro de Ciencia Principia. A pesar ser profesor de inglés ha presentado el módulo: “Estudio de ondas y resonancia en un tubo de Kundt modificado”, que nos ha dejado asombrados a todos los profesores de ciencias del instituto. ¡Menudo mérito el de Alberto! El equipo de alumnado de 4º de ESO ha estado integrado por:  Elena Astorga Segovia, Eva Moreno Torres, Ana Belén Muriel Quintana, Sara Planas Porrino, Hugo Ruiz Cañas, Paula SanMiguel Olivencia, Lucía Martín Soler, Alvaro Utrera Escalona y Nilo Zanchetta Jiménez. ¡Enhorabuena a tod@s! Os dejamos unas fotos.

dig