Parece ser que nuestro sistema perceptivo es también un hábil científico en el sentido de que elabora hipótesis sobre aquello que está registrando en su entrada. Como ha evolucionado en contacto con un mundo que esencialmente no ha cambiado sus conjeturas son habitualmente claras y correctas, nuestro desempeño es preciso y fiable. Mentes calenturientas y aburridas (o sea, las mejores) han ido encontrado diversas ilusiones que confunden a la percepción. La hacen elaborar hipótesis que son falsas y manifiestamente extrañas. Menos mal que son muy artificiales y que no abundan en el mundo real porque en ese caso nos pondrían en aprietos. La fotografía que incluimos es un caso más de extrañeza. Mírala fijamente durante un ratito, ¿qué ves?
Se han localizado restos del dinosaurio ‘Nyasasaurus parringtoni’ en Tanzania. Lo destacable es que son los más antiguos de este grupo de animales encontrados hasta la fecha adelantando unos 10 millones de años la fecha en la que se pensaba que habían evolucionado a partir de los reptiles. Su aspecto sería el de un perro grande con una larga cola.
Si los árboles son bellos éste que te mostramos en el vídeo es apabullantemente hermoso. Se trata de una secuoya californiana de 3200 años de antigüedad que se alza hacia el cielo como un farallón de madera, como un acantilado vegetal del que cuelgan diminutos humanos intimidados por su envergadura.
Un chip insertado en el cerebro de un macaco emite las señales que controlan la posición de un punto en una pantalla que tiene que coincidir con otro punto que el programa va moviendo aleatoriamente. Es la mente del macaco, podríamos decir su intención, la que consigue la diana. Las posibles aplicaciones son obvias: personas impedidas por diversas circunstancias podrían comunicarse y actuar a través de su mente. Puedes ver un vídeo con el videojuego en acción: no olvides que el punto que va a cazar al punto diana es movido por la mente de un mono.